Todos buscamos encontrar el secreto de la atracción. Buscamos esa llave maestra que nos permita abrir ese rincón de nuestro ser que guarda el secreto para atraer todo lo que queremos sin esfuerzo. Pero siempre nos perdemos en el camino y nunca lo encontramos.
Yo lanzo esta reflexión: ¿No será que siempre buscamos atraer riquezas, posesiones inmobiliarias etc.?, si es esto lo que intentamos buscar, difícilmente vamos a encontrarlo, a no ser que tengamos suerte. Pero lo que sí es seguro es que nos vamos a frustrar en el intento. Por otro lado, si obtenemos riquezas y posesiones, desde luego estaremos más desahogados, pero más preocupados por no perder lo conseguido, por lo tanto pasaremos a ser esclavos de lo que tenemos.
Lo que seguro todos tenemos en este momento, es la vida. Ese don tan preciado que nos ha tocado. Y yo propongo ejercer la ley de la atracción hacia un aspecto que pocos han tenido en cuenta: La felicidad. Y es que la sociedad que vivimos nos hace creer que la felicidad nos la da el dinero y las posesiones que tenemos. ¡Cuantas veces habremos imaginado lo feliz que será aquella persona por tener la casa que tiene, o el coche…!.
Se puede ser feliz con lo que tenemos por poco que sea. Yo particularmente en mi adolescencia, vivía pobre económicamente hablando. Había noches que ni cenaba. Pero aun así recuerdo esa etapa como una de las más felices de mi vida. Y ahora vivo incluso mejor.
Si aprovechamos la vida y de cada evento, suceso, etc. hacemos de él una experiencia feliz enriqueceremos nuestra vida y nuestra realidad. No importa cuanto tengamos, sino cuán felices somos. Al fin y al cabo, cuando nuestro cuerpo deje de funcionar y de prestarnos servicio, de nada nos van a servir las posesiones que tengamos. Sólo lo féliz que hayamos sido y el amor que hayamos dado, y hayamos recibido.
Escrito por: Juan Diego.
