La felicidad la creamos nosotros, a pesar de las
circunstancias. Pero eso no significa que al hacer de nuestra realidad un mundo
feliz, se alcance la cota máxima de felicidad. La felicidad nunca se alcanza,
se vive, nunca se posee, se experimenta. Intenta coger el agua y no obtendrás
nada, pon la palma de la mano bajo el agua, y la tendrás toda para ti.
Puedes ser una
persona muy optimista, y ser feliz con lo que te rodea, pero eso no significa
que no puedas ser aun más feliz todavía. ¿Cómo? Si eres feliz con lo que se te
presenta, a pesar de que sean acontecimientos negativos y duros, cuando tu
situación mejore, obtendrás una dosis más elevada de felicidad todavía mayor que
si anteriormente te hubieses estado quejando.
Así pues, deja de
intentar buscar la felicidad, ya la tienes, solo deja fluir el agua sobre tu
palma y no intentes atraparla. La vida te dará oportunidades y mejores
circunstancias, que te elevarán a un estado aun mayor de placer. Porque eso es
en definitiva la vida…el placer de poder contemplarla y darnos cuenta de lo
maravilloso e intrigante que es el universo que nos rodea.
GRACIAS.