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martes, 12 de abril de 2011

La energía es universal

Desde la antigüedad, todas las culturas coinciden en que existe una Energía Universal que impregna y sustenta al cosmos en su totalidad como una unidad, y una de sus manifestaciones en una frecuencia de vibración más baja es la Energía Vital que anima a los seres vivos.

En India fue llamada Prana y los yoguis trabajan con el Prana mediante la respiración, la meditación y determinados ejercicios físicos para elevar su frecuencia vibratoria con la finalidad de unir al cuerpo con el alma y al hombre con Dios, y conseguir mantener unos estados alterados de conciencia que les permiten conservar la armonía, la juventud y la salud.

En China se utiliza la palabra Chi para expresar el estado de energía de algo, preferentemente de las cosas vivas, y existen muchos tipos de Chi, por ejemplo el Tian Chi es la energía celeste, el How Chi es la Energía Vital, el Ren Chi es la energía vital humana,el Go Chi es el Chi del espíritu, etc.


Con el Reiki realizamos una aportación energética pura a nuestros cuerpos materiales e inmateriales, y este aumento de Energía Universal de amor produce en nuestra estructura energética un efecto principal sanador y un efecto secundario de expansión de la conciencia, ya que si nuestros cuerpos físicos y sutiles están sanos y desbloqueados, la energía circula libremente, la conciencia se expande y nuestra duda existencial disminuye, al aumentar y reforzarse nuestra sensación cósmica de conexión con lo superior y con Dios.


En Japón y China ya se conocían siglos antes de Cristo el masaje shiatsu y la acupuntura, en India y Tibet se practicaba el control del Prana dirigido a la sanación con el yoga en todas sus variantes y masaje. También en Egipto y en toda África existentes testimonios de que se utilizaba la curación mediante la imposición de manos.

El Reiki, al transferirnos la Energía Universal pura, contribuye a aumentar el Ki en nuestros cuerpos materiales e inmateriales, restableciendonos también el equilibrio entre el yin y el yang, y devolviéndonos con ello la sanación y la salud.